Crítica de «Temporada de huracanes»

Por Aylin Colmenero

  1. No sé tú, pero yo no te he dejado de pensar

Luis Miguel – «No Sé Tú» (1991)

Días antes de empezar a filmar la adaptación cinematográfica de Temporada de huracanes (Fernanda Melchor), la tempestad azotó las costas del golfo y provocó que el rodaje, liderado por Elisa Miller, fuera aún más retador. Los charcos y rayos son elementos que abrazaron la historia y adornan las tomas de Maria Secco, mientras que el temporal le da a la puesta en escena un acento de realidad; los personajes son ficticios, pero la lluvia es real.  Curiosamente, durante el estreno de la cinta en el FICM 21, años más tarde, el huracán Norma azota las costas del pacifico y pareciera que el destino se apodera de la historia, siendo una ventana a lo que sucede bajo la lluvia. 

Temporada de huracanes sigue la historia de cuatro jóvenes alrededor de un único suceso: el asesinato de la ‘Bruja’ que va develando los secretos —no tan secretos— del pueblo. Elisa revisa a los personajes a manera de cinco capítulos: 1. La bruja, 2. La Lagarta, 3. Munra, 4. Norma y 5. Brando para observar bajo lupa el universo de cada uno de los personajes, que son poco a poco despedazados por una cacería de brujas. 

El infierno lo vamos armando desde estos diferentes puntos de vista, como piezas de rompecabezas que nos entregan al final un paisaje tropical decadente, con cielos rojos y charcos de sangre. Un pueblo con el demonio en las chimeneas de la refinería. La temporalidad del relato transcurre en el presente a sabiendas de que el pasado oscuro y violento que rodea a los personajes —y que en la adaptación la directora y Daniela Gómez decidieron dejar fuera— se nos muestra a través de sutiles elementos extraídos de la novela. Me parece también importante la manera de encararnos con nuestra cultura sexista y violenta a través de su soundtrack. La resignificación de canciones populares fue una batalla de la cual la película lucha a través de la ambientación de sus escenas. 

No dejo de pensar en que lo que vemos en pantalla en Temporada de huracanes es una realidad que existe frente a nosotrxs, son las historias que están en los pueblos a los que, quizá, no volteamos a ver cuando viajamos en carretera, las que están en la casa de nuestro vecino o en nuestras propias familias. Es una historia que nos destroza posicionándonos dentro de una sociedad machista y homofóbica, dejándonos inmóviles desde su primera escena y poniendo sobre la mesa una realidad dolorosa que pocas veces se nombra: los crímenes de odio.

FICM
  1. Haz conmigo lo que quieras, reina, esclava o mujer 

Dulce  – «Déjame volver contigo» (1982)

Temporada de huracanes ejemplifica un pueblo donde las mujeres son putas o brujas y donde se castiga fuertemente todo aquello femenino, desde arrebatarles el cabello, hasta ser encontradas muertas en un río. Estoy segura que más de una sentimos la necesidad de abrazar a los personajes y tratar de protegerlos de una realidad que nos envuelve a nosotras mismas. 

Transcurrida media película vemos un primer plano desgarrador y brutal de Norma gritándole a su mamá, débil tras desangrarse. Ha tomado el menjurje de la bruja, ya que decidió abortar la violación de su padrastro, ahora esta amarrada de las muñecas enfrentando su condena, presa por abortar. Escuchamos el interrogatorio desde un fuera de campo que nos hace involucrarnos con Norma a niveles instintivos. 

Lo destacable de la adaptación es la manera en que ocupa los recursos cinematográficos para dar otra dimensión a la historia: la posición de la cámara introduce un campo que no está, pero que se nos presenta por medio de los sonidos, creando una atmósfera intrigante sobre lo que vemos en pantalla. 

Ahora somos espectadoras y participantes, espiamos a través de la pantalla. No solo vemos imágenes impactantes y crudas, si no que el ambiente nos hipnotiza y tensa cada uno de nuestros músculos: una alarma de carro incesante mientras nos escondemos en la maleza junto a Norma o ladridos de perros callejeros mientras somos espías de la masturbación de Brando. 

FICM
  1. Me haré pasar por un hombre normal 

Espinoza Paz  – «Un hombre normal» (2019)

En Temporada de huracanes no hay buenos ni malos, solo personajes con matices complejos que sobreviven a un sistema cruel. Claro que ser cómplices es despiadado, ver la violencia de sus acciones y conocer los motivos de los personajes le agrega otra capa a la película que nos entromete y hace tan interesante toda la historia. 

Mucha de la potencia en la historia es la exploración de la sexualidad, se desarma la figura masculina pieza por pieza, los hombres no solo son aquellos que les sirven de comer y acuden al prostíbulo (me consta por los gritos ahogados de la fila de atrás que una escena homoerótica sigue siendo impactante para la audiencia). Luismi y Brando son personajes socializados en este microcosmos machista, que viven de apariencias y experimentan el amor o la carencia de él. Jóvenes con sueños que son cortados de tajo, con un final desolador encarcelados y abrazados entre chiflidos y mentadas de madre. 

Al final, no podría decir si es una ‘buena’ o ‘mala’ adaptación, y la verdad no creo que tenga importancia, ya que las experiencias creadas por el cine son totalmente únicas por sí mismas. La temporada de huracanes se acerca ahora al público masivo de plataformas digitales y nos podremos sentir incómodxs al verla, pero será una buena oportunidad de explorar nuestros sentimientos hacia la infinidad de problemáticas que Temporada de huracanes saca a la luz. 

Crítica Temporada de huracanes
FICM

Si te interesó la crítica de Temporada de huracanes, también puedes leer: Crítica de Valentina o la serenidad.


Deja un comentario